Una parte importante del calendario se perderá
y las lunas restantes lo lamentarán intensamente.
La tonada que tocará la orquesta
infundada en sus trajes de luto,
llevará al decimoprimer mes pacíficamente
a un lugar muy alto.

El crisantemo junto con sus hojas morirá,
y caerá al suelo donde los ojos rojos yacen.
Aún así su posición superior permanecerá intacta,
aunque sus extremidades quedarán
reducidas a la mitad.

Disfrutemos del drama que se llevará a cabo
entre dos actos
Sería aconsejable buscar nuevos amigos.
Si piensa enfrentarlos sería aconsejable
contar con un grupo,
Porque ésto te llevará a enfrentarte con aquel
que has estado esperando.

La personalidad de los Números

Estrepitosa la vieja reliquia del campanario anunció. Todos salieron de su respectivo sitio. Entonces habló Uno, el Líder:

> Por favor, hombres y mujeres nobles: hacedme caso, pues en ustedes reposo mi fuerza y deposito mi confianza.

- Entonces el humilde Segundo, con inefable familiaridad respondiole:

>Mi buen señor: es bien sabido que poseéis un buen criterio para diversos asuntos que atañan a lo humano y lo divino; mas, permitidme deciros algo si me lo concedéis: no me place vuestro liderazgo. Soy de la idea de una comunidad apacible y democrática en la que se pueda actuar de forma cooperativa, sin perder el sentido de lo que -desde siempre- nos ha distado de las bestias.

- Al oír a Segundo, el jocoso Tercero replicó en tono de mofa:

>Pues a mi me place oíros y más aún me contenta escucharos decir tal idiotez. ¿"comunidad"? Vos te encontráis enfermo: aquí la valía de cada quien recae en el uso de la astucia de un espíritu libre y jovial. Individuos somos y en eso os convertiréis cuando la hora de vuestra muerte haya llegado. ¿Acaso te servirá de algo vuestra dichosa democracia en el lecho mortuorio? Jajaja!

- Por más tiempo no puso soportar éstos dichos el prudente señor Cuatro. Se levanto de su pequeña poltrona fabricada en madera con suma perfección y pronunció con solemnidad lo que sigue:

> Por todos los cielos, de todos los mundos conocidos y por conocer… ¿Qué sandeces estáis profiriendo Tres? Si hacéis uso de buen juicio os percatareis que a vuestro alrededor no hay más que gentes son - como vos los llamasteis- gente libre y jovial, en distinta medida y, según distintos aspectos; pero también somos una comunidad que debe ser liderada por un apto líder para mantener nuestra sagrada unión y bienestar. No seáis un fanfarrón irreverente y no os jactéis de vuestros dotes que bien famosos son entre nosotros.

- Uno, carismático y gentil líder, hizo un gesto de agradecimiento a Cuatro y la audiencia deliberó al unísono entre susurros y aplausos.

De repente, una silueta de caminar flojo y azaroso gritó mientras caminaba hacia la concurrencia:

> ¡EEHHH! ¡Amados míos! Oíd a Cuatro. Que prestancia y elocuencia es con la que discursea. Parece un músico de la retorica y vosotros acabáis de oír una sinfonía perfecta ¿no? Sabed, entonces, poco me importa si es elocuente o si sus palabras hunden vuestras mentes susceptibles a la argucia. Por mi podéis iros al cuerno si buscáis, orden unión, individualidad, mesura o lo que os pase por la sesera. Dejadme en paz tomar este sensato vino y argüir en los asuntos que me competa o me venga en gana indagar. Si sois tan corderos como para seguir un báculo seguid éste que ya esta bien alto jajaja!.

- Atroz ruptura con lenguaraz vocablo fue la que causó Cinco. Cuando hubo terminado, una joven robusta y de una ternura formidable se arrodilló ante los presentes y llorando dijo:

> A cada uno de los que estáis presentes los estimo por igual y si, se da el caso que no conozca a alguno de vosotros, dadme la licencia de convertir mi ignorancia en un jardín de inocencia y reposad en él con confianza. Ya que sabéis cuanto os estimo les pido, por el amor que proferís a la Divinidad, que dejéis las disputas estériles. Somos todos hijos de esta tierra fértil y hostil; por ello, no deshonremos a nuestra madre y cedamos ante el inconmensurable amor que nos reúne. Soy la sexta entre vosotros, no os comportéis tercos y maliciosos conmigo y veréis que la paz nos llevará a la decisión idónea. Haced, pues, lo mismo con vuestros semejantes y todo se encaminará correctamente.

- De pronto, un silencioso y solemne hombre se acercó a la sollozante dama y le facilitó un manto y en sus brazos la acogió con paternal ternura. El anciano la llevó a un lugar con sombra y secó sus lágrimas.

Un cordial golpecillo asestó un hermoso joven con la funda de su espada a la pared en la que se posaba. Todos miraron al altivo y lozano espadachín que abandonó su solitario refugió para hablarle al gentío. Éste tocio y comenzó a hablar con tono regio:

> Me atosiga semejante muestra de cariño, bondad y deleznable caridad. Pero bueno, a lo que nos compete:

¡Señores!, quien les habla es el séptimo entre vosotros y el último en decir cosa alguna que les sea provechosa a vuestro propósito y el de esta asamblea. Soy hombre de pocas palabras pero de amplio saber y mi alma añora deciros sólo una cosa: Tengo fe en vosotros, la férrea voluntad de vuestros espíritus os llevará al éxito. No cuestionéis a líderes, bufones o sabios pacifistas. Seguid pues, el buen sentido y el orden de lo que hoy nos incumbe analizar. Os digo esto pues he escuchado ya excesivos juicios que desvían el asunto. Por tanto, no aceptaré palabra alguna que me impugne o consejo alguno de vuestras bocas; no en ánimo insolente, sino consecuente: soy hombre solitario y he trascendido en dicha condición. Vuestra falta de pudor y sensatez me repugna y, por lo que a mi respecta, pueden esfumarse.

Heme aquí, entre aquellos que amonesto, cuidándolos de vosotros mismos. Escuchad al líder, es el menos-peor de entre nosotros. Si Uno resulta ser un mal dirigente ya sabremos que hacer. Como ya dije, confío en la esencia de su Ser: nada que acontezca nos llevara a la ruina. Os amo, me sois caros, pero manteneos lejos de mí persona y seguid mis recomendaciones.

- Así habló Siete y los que ahí estaban se miraban con extrañeza los unos a los otros. Creo haber escuchado un aplauso, pero provenía del sitio en que Uno se encontraba. Como ven, al apuesto joven poco se le comprende, mas es propio de Uno aplaudir a quien lo ampare.

El juez, el centrado y serio Octavo miembro, observo de pies a cabeza con displicencia al Siete. Pidió la palabra y acotó como sigue:

> Hmm… Primero que todo debéis de guardar vuestra espada, según la ley no es lícito portarla en lugares públicos ¿comprendes? En segundo lugar quiero agradecer vuestro peculiar consejo. Contradictorios sentimientos son los que albergáis, ya veo.

No perdamos más el tiempo, encarguémonos ya de nuestro propósito que el tiempo nos pisa la cola.

Si bien tengo el honor de ser vuestro juez, asimismo soy uno entre vosotros y mi opinión es la siguiente: no prestéis a argumentos inconsistentes y poco fundamentados, por muy bien intencionados que seáis ¿Qué objeto tiene objetar sin objetividad? Ja! [Cuando dijo esto miró de reojo a al Séptimo miembro]. Dicho ya lo anterior podéis proseguir.

- El anciano, que ya había calmado el lamento de la bella joven, entró al círculo que formaba la concurrencia toda. Así, pues, todos velaron por que la apagada voz del sabio hombre se escuchase. Éste, a su vez, miro con felicidad el cielo y exclamó:

> ¡HUMANOS! demasiado humanos sois ante mi y ante vuestros ancestros ¿acaso no os avergonzáis de mezquindad de vuestros juicios? Hasta vos, noble juez, incurres en error al atacar verbalmente a Siete ¿creéis que no me percaté de ello?

He cuidado de vosotros durante años hijos míos; no rindáis pleitesía a la maldad y escuchadme:

Esconderse en la oscuridad pasó de moda. La chusma ahora lo hace en la luz: de vuestro Dios, de vuestro ingenio, su putrefacción. Liberad pues, vuestro Ser de ataduras fútiles y comprended que vuestro libre albedrio es una herramienta infalible para encarcelarnos a todos: ¿Quién es más liberal que aquel que es autoritario con su voluntad y la proyecta hacia el resto? Gobernaos a vosotros y dejaos dominar por la autoridad pertinente. Si la Divinidad impera allá, acá nosotros daremos poder a Uno, poder limitado y mortal.

Ahora bien, si decidís colgar a alguien y descargar vuestro pesar en otro…que sea en mí.

- Los unos a los otros se miraron y, envueltos por una inefable fuerza, comenzaron a declarar:

1: ¿y bien…? ¿Arremetemos con el asunto?

2: Me parece, siempre y cuando los demás estén…

3:…De acuerdo, cuenten con mis habilidades y…

4: …con mi juicio y rectitud, haré que todo funcione según…

5: …el orden natural y, juntos, podremos sobrellevar las trampas del destino…

6: …que en primera instancia unió nuestros corazones y nuestras…

7: …voluntades individuales que, al unísono, caen del cielo a…

8:…la tierra; donde se hacen concretas para hombres, hombres…

9: …libres que harán que Éste proyecto tenga sentido.

Nota: ¿Para qué se reunirían todas las entidades de la tierra? o ¿Para qué se unirían? , ¿Qué proyecto es “Ese”?, ¿Existe acaso un proceso ondulatorio entre la interacción de las esencias de los hombres?

0 comentarios:

Publicar un comentario