Cantar nos purifica a nosotros los del otro bando, bando ingenuo, el bando que discrimina a los elitistas. Woohooou! ¡Hermanos míos!, estoy aprendiendo a vivir cantando: no me ahogo, no llegaré a fenecer de tal manera. ¡Compañeros arrítmicos!: estoy aprendiendo a vivir con fuerza. Un par de bellas damas de 6 cabellos cada una de cuello largo y hermosas curvas que enloquecerían a este loco enamorado de la vida… ¡de por vida! Woohooou! Una de madera y la otra eléctrica: ¡Amigos de la armonía!, estoy aprendiendo a vivir; a vivir y hacer vida.
Soy Jostin, un aprendiz de músico, amo la vida. Si cantas conmigo si bailas para mí entonces abrazaré tu mano… te amaré hasta el último hálito del último acorde y todo sigue desde ahí: eternamente, cum laude.
PD: canto mal, ¡pero soy feliz!
0 comentarios:
Publicar un comentario