Una parte importante del calendario se perderá
y las lunas restantes lo lamentarán intensamente.
La tonada que tocará la orquesta
infundada en sus trajes de luto,
llevará al decimoprimer mes pacíficamente
a un lugar muy alto.

El crisantemo junto con sus hojas morirá,
y caerá al suelo donde los ojos rojos yacen.
Aún así su posición superior permanecerá intacta,
aunque sus extremidades quedarán
reducidas a la mitad.

Disfrutemos del drama que se llevará a cabo
entre dos actos
Sería aconsejable buscar nuevos amigos.
Si piensa enfrentarlos sería aconsejable
contar con un grupo,
Porque ésto te llevará a enfrentarte con aquel
que has estado esperando.

¿Cómo se corrompen los cuerpos?

Individuos que pasan, reaccionan ante otros con códigos determinados… ¿Qué hay detrás de estas maneras de proceder?


Desde tiempos anteriores, el hombre se ha comportado según una verdad instituida, ¡como el hombre se comporta como hombre! ¿Qué determina que lo sea?, que admita códigos que determinan sus modos de sujeción, está es la interrogante que atiende Foucault y a lo que me referiré en este escrito; como se han llegado a inscribir estas “verdades en los cuerpos” (…)





“el poder está siempre presente: me refiero en las relaciones en las que uno
desea dirigir la conducta de otro. Estas son las relaciones que uno puede
encontrar en distintos niveles, bajo formas distintas, estas relaciones de poder
son cambiantes, esto es, pueden modificarse a sí mismas, no se dan una vez y
para siempre”



La interacción entre los hombres es ya una relación de poder, es importante entender esto para no confundir con esa definición que da connotación negativa a dicho concepto como la represión al otro, como símbolo de soberanía… es por esto que Foucault señala que todo es poder(...) toda relación es una relación de poder en tanto que los hombres se relacionen y quiera encauzar la interacción con los otros o consigo mismo; en tanto que el hombre sea hombre y como se ha comprobado a través de los tiempos más ajenos, sea continúa relación, será posible la afirmación anteriormente señalada; como yo acaso pueda presentar este escrito intimidado por el futuro ojo de mi lector, este movimiento puede ser reversible en tanto que el lector del blog puede sentirse intimidado por mí; esta es la reversibilidad dada en las relaciones de poder; son relaciones de movimiento regidas por las circunstancias a las que están sometida y se dan siempre y cuando mi lector tenga la posibilidad de criticarme, de no estar de acuerdo o simplemente de no leerlo o así como yo tenga la posibilidad de no escribir o de escribir bajo ningún yugo; esto es: en relación de libertad, en cuanto mi lector se pueda resistir, en tanto exista RESISTENCIA.


Y es aquí donde haré hincapié:

¿Cómo se ha logrado dirigir los conceptos en el hombre para que lleguen a convertirse en “lo universal”?


Para ingresar en la resolución de este problema, partiré de la base de nuestro cuestionamiento para dar así el desarrollo exacto de la formulación, “del hombre sin concepto”:




“Los cuerpos son masas, masas ofrecidas sin nada en ellas para articular,
sin nada ahí que encadena, ni discurso ni relato: Palmas, mejillas, vientres,
nalgas. El ojo mismo es una masa como la lengua y como el lóbulo de la
oreja”


Masa sin nada ahí, como es entonces que se configuran mediante un discurso en este estado tan vacío de arrojamiento al mundo, como el cuerpo es “corrompido por estas verdades que se instauran como universales”, no me refiero a la historia de la configuración sino a la genealogía de ella, la búsqueda del “como”, no trabajaré con los sucesos que le han ocurrido a los cuerpos sino porque se determinaron de esta manera, es por esto que necesito señalar el inicio, remitirme a los cuerpos en tanto son masas vacías de toda imposición de “verdad”, en tanto están en el proceso de ofrecerse a esto.


Los griegos hablaban de Físis, de agua, de apeiron al preguntarse por la constitución del mundo; al parecer las interrogantes no han cambiado pues yo me preguntaré: como se constituyen los cuerpos en tanto al concepto mismo de cuerpo y en vez de ser Fisis o apeiron, encuentro mis respuestas; “en los dispositivos de poder”:




“Son unos fragmentos de realidad que inducen unos efectos de lo real tan
específicos como los de la división de lo verdadero y de lo falso en la manera
como los hombres se “dirigen”, se “gobiernan”, se conducen a si mismos y a los
demás”


Es la manera en que los discursos se “hacen parte de lo real”, de lo cotidiano, como se interiorizan en los hombres para hacerse parte de su código, para formar un código; ésta es la relación de poder entre en cuerpo social, es decir la universalidad de las voluntades, y la institucionalización de éste, éste último al querer dirigir las conductas de la mayoría de una determinada forma. El cuerpo social es lo que resiste a dicha determinación que aún no es parte de lo real pero a través de los discursos se logra ganar la batalla haciendo ocupar estos códigos, institucionalizando al cuerpo asignándole “valores de verdad o falsedad”; haciendo del cuerpo como la hoja inscribible, borrable, cual lápiz que ha podido escribir en el cuerpo social lo que es correcto y lo que no, y al ser aceptado por éste, hace olvidar; borrando con su goma que son sólo discursos impuestos.


En verdad y mentira en sentido extramoral, Nietzsche se hace esta misma afirmación:




“Las verdades son ilusiones que se han olvidado que lo son: metáforas que se han
vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y
no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal”


Este olvido trae las consecuencias de tomar estos conceptos como absolutos, como verdades en sí, provocando que no exista más determinación que esa a lo que se refiere como “verdad”. El hombre olvida lo que inventa y mantiene a su orden como si fuera de origen divino tal mandato, se envuelve en su propio invento creando así un fábula con sus propias reglas.


La verdad como acabada… sería como afirmar que el hombre es el dueño de la verdad, al ser él, ya sea como institución, designador de patrones comunes para su conveniencia, para eternizar el poder sobre otros (..) entonces para que hablar de verdad como una, que se descubre, que se muestra, que se hace portadora en unos… es mejor hablar de las verdades, como variables, son el producto del movimiento, del constante devenir, pueden cambiar tan rápido como cambian las hojas de los árboles o mantenerse tanto como de un siglo a otro...verdades que varían según las necesidades… según las relaciones de poder de los sujetos que al querer ser constante dominio el uno del otro juegan a producir verdades:




"los juegos de verdad; es decir, no el descubrimiento de as cosas
verdaderas, sino las reglas según las cuales, y respecto de ciertos asuntos, lo
que un sujeto quiere decir depende de la cuestión de lo verdadero y de lo
falso”



Estas verdades dependen de la resistencia de las relaciones de poder; en la resistencia se produce “la verdad” de los implicados en la relación; el poder como productor de “verdades” que dependen del contexto en que los participantes estén situados. Pero estas verdades no son absolutas, cambian: “ese es el juego de la verdad”. Es el caso que se me da con esta hoja de papel, al entrar en la resistencia de violentarla o no con estas palabras, consigo obtener una “verdad” por ejemplo cuanto puedo escribir en ella o que no era tan grande como creía.


Pero volviendo a la pregunta principal: ¿Cómo se corrompen los cuerpos, esas masas vacías?


Se corrompen por los discursos que se vuelven la realidad, los discursos que se vuelven a priori históricos del hombre, que su base se conserva pero varía según la actualidad que se viva, adecuándose a ella. Son estos discursos la corrupción de poder de los cuerpos al instaurarse en ellos, “haciendo que no pueda ser de otra manera”, como la madera que se instala sobre una base haciéndole creer que es mesa y no otra cosa, o como al hombre que se le señala como loco haciendo de él algo distinto de un hombre por carecer de elementos que lo hacen serlo, en este caso el juicio. A través de estos discursos estratégicos que son diseñados para guiar el cuerpo lo corrompen con el poder de sus palabras haciéndose parte del cuerpo, como lo es el concepto de cuerpo.


¿En que condiciones se inventó el hombre esos juicios de valor que son las palabras bueno y malvado? ¿Y que valor tienen ellos mismos?


Como se han vuelto estos discursos la realidad del hombre, esa la gran interrogante, no se pretende cambiar la historia pero si entendiéramos el como se formularon estos discursos imperantes, el sujeto comprendería que el orden podría ser de otra manera, que sus modos de subjetivación podrían ser distintos.


He ahí la importancia a la corrupción del hombre en su principio, como hoja en blanco, como masa vacía, el antes de su conceptualización; de su corrupción…

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