El blog de la perra

¿Por dónde empezar? Da igual, no diré mucho.

Hace poco se estrenó un programa “interactivo” llamado “El blog de la Feña”. Por lo que entiendo se trata de un mini-episodio emitido a diario, en el que una adolescente de clase alta o cuica (léase cuica como: cuica o pelolais) nos muestra su “diario de vida” virtual. La forma en que se desenvuelve la historia “depende de los televidentes” pues estos son los que deciden (mediante mensajes de texto de teléfono celular) las acciones que la protagonista tomará.

Asunto bastante interesante eso de elegir las acciones de la protagonista. Se me antoja pensar que es fiel reflejo de lo que es una adolescente de la calaña de la Feñita, de su clase social, su contexto y edad; y es que, aceptémoslo: una cuica no piensa por sí misma, sólo debe rendir en su colegio privado carísimo y cumplir con las exigencias de sus papis para alejarla del camino que ella quiere tomar: el de un remedo de puta precoz y holgazán.

En efecto, otra gente piensa por ella, pero eso no es lo peor, sino que lo mas aberrante es que deciden acerca de sus acciones vitales que se supone son trascendentales en el diario vivir, por ejemplo, en el amor, en qué rumbo tomar acerca de su futuro, su postura ética con respecto a como resolver sus problemas, etc.

Es esta la realidad de la clase alta de mi país, amados lectores. De cierto modo me enorgullece: ellos tienen el poder y yo soy esclavo de la risa que me causa su vacuidad y su estática existencial.

Por ahora vamos a tratar de hacer oídos sordos de dónde va a parar el dinero de los SMS y de cómo llegó esa retrasada mental a la TV.

Nihilidad pura pues...